La identidad digital , también llamada identidad 2.0, es la información que hay sobre nosotros en la red. Es difícil de borrar una vez que pasa a formar parte del mundo online y es visible para el público en muchos casos, aunque en otros solo para grandes empresas que roban nuestros datos como herramienta para mejorar su publicidad a través de las llamadas cookies.
Tras la práctica hecha en clase he podido comprobar la inmensidad de datos que se pueden encontrar de algunas personas, información que a veces ni los mismos sujetos recordaban. Aunque era consciente de la existencia del término, creo que pocas veces lo tenemos presente a la hora de decidir el contenido que publicamos, sabiendo que perdurará para siempre y que podrá afectarnos de forma negativa.
En mi caso personal, no he podido encontrar ninguno información acerca de mí por lo que me supone un alivio. De todas formas sé que hay muchos datos sobre mí en Internet, por ejemplo con las ya mencionadas cookies, en base a mis búsquedas en distintas plataformas. Desde hace años soy usuaria en redes sociales como Instagram, Twitter, YouTube, Snapchat, Tuenti, Messenger, Ask.fm … y otros espacios en los que probablemente tenga una cuenta y ni siquiera recuerdo. Ya con la simple acción de publicar una foto estoy regalando información que pueden ver más personas de a las que se la daría si no hubiesen redes: puesto que pese a que todos mis perfiles son privados, me sigue más gente que mi círculo cercano de amigos. Por ejemplo, no me gusta que se sepa la ciudad en la que vivo, por dónde suelo salir de fiesta, qué playas suelo transitar, qué tipo de estudios desenvuelvo, etc. y muchas veces la responsabilidad de compartir esta información o no, no está en nuestras manos y es publicada por agentes externos como en el caso de las becas o la lista de aprobados de selectividad.
Todo esto puede afectarme el día de mañana en el acceso a mi puesto de trabajo aunque creo que nada de lo que se sabe de mí online puede perjudicarme en este ámbito. Por esto mismo es muy importante tomar parte y hacerse partícipes de lo que subimos a la red , de manera consciente y conociendo las consecuencias que podría llegar a acarrear.
Finalmente, debo aclarar que tengo muy clara la identidad digital que quiero tener, aunque no siempre trabaje para ello o a veces lo olvide. Desde mi propio punto de vista, cuanta menos información haya sobre mí mejor, aunque la implicación en las redes pueda ser beneficiosa para las nuevas habilidades que se exigen en las profesiones de la actualidad. Debido a que es difícil establecer los límites entre lo que puede ser positivo y lo que no, reducir mi participación en Internet, en la medida en la que pueda, me aportará mayor seguridad personal.
Finalmente, debo aclarar que tengo muy clara la identidad digital que quiero tener, aunque no siempre trabaje para ello o a veces lo olvide. Desde mi propio punto de vista, cuanta menos información haya sobre mí mejor, aunque la implicación en las redes pueda ser beneficiosa para las nuevas habilidades que se exigen en las profesiones de la actualidad. Debido a que es difícil establecer los límites entre lo que puede ser positivo y lo que no, reducir mi participación en Internet, en la medida en la que pueda, me aportará mayor seguridad personal.
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